El Uróboro asoma su terrorífica cabEn lo que parecía una versión "me too" de las más recientes novelas rosas de vampiros adolescentes y medio gays, fue tornandose en una perversa fábula que rescata mucho de la mitología de los monstruos favoritos de nuestros pesadillas. La sangrienta visión de Roth, nos entrega una historia apenas un escalón debajo de lo torcido y enloquecedor que ofrece American Horror Story.eza: Hemlock Grove 2

Dame la mano y déjate guiar..

Mientras una menor de edad se desangraba al dar a luz al hijo bastardo de un hombre lobo, en el paroxismo del incesto y la sexualidad, una hermosa vampiresa recibía un beso en la boca  de su hijo, mientras este, en plena transformación le arranca la lengua en busca de liquidarla. Mientras, una deforme joven huía al bosque después de cometer un asesinato y en un laboratorio de ingeniería genética, un moderno Dr. Von Frankenstein (con ojos rasgados)  vigila, como un amoroso padre, un contenedor transparente donde una figura humanoide, blancuzca, deforme, flota en un ambiente acuoso y en el último instante, abre un espantoso ojo.

Así fueron los 10 últimos minutos del último capítulo de la primera temporada de otra torcida creación del genio Eli Roth, HEMLOCK GROVE.  El pasado 11 de julio, se estrenó la segunda entrega de la primera serie de horror original de Netflix.
 

En lo que parecía una versión "me too" de las más recientes novelas rosas de vampiros adolescentes y medio gays, fue tornandose en una perversa fábula que rescata mucho de la mitología de los monstruos favoritos de nuestros pesadillas.  La sangrienta visión de Roth, nos entrega una historia apenas un escalón debajo de lo torcido y enloquecedor que ofrece American Horror Story.

En la primer entrega de esta segunda temporada, vemos como las vidas del licántropo Peter y del hematofago Roman han tomado caminos diferentes.  Uno, Roman, buscan desesperadamente contener su naturaleza oscura, por puro odio a su sensual madre. Pero el hambre de sangre lo lleva a realizar conductas repulsivas. Mientras, Peter, que sufre una maldición peor que la de la luna llena (es pobre, pauperrimo) se ve obligado a prostituir su oscuro don para conseguir dinero. Y es en este pasaje donde se se registra una de las mejores metamorfosis lupinas en la historia de la TV. Una secuencia llena de horror y asquerosos detalles, nos deja ver que aún se puede presentar con frescura una escena que se ha hecho miles de veces.

 Apuesto mi colección de cabezas reducidas que la maldad creativa de Eli Roth nos entregará más situaciones inquietantes, incómodas, impías en esta entrega vía Netflix.

 

 Una versión espeluznante...

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Dimensiones Digitalizadas: miedos y fantasías clásicas en HD

En este caldero de hórridas sensaciones también estaremos repasando y analizando las pesadillas nuevas o recicladas que pueden caer en nuestras garras.  Esta nueva era de bluray, remasterización y recuperación de contenidos vetustos nos regalan la posibilidad de revivir nuestros miedos ancestrales, traer al presente el espanto y la agonía que nos torturaron de niños o jóvenes y de sentir ese escalofrío glorioso que nos regalaba, por ejemplo, la televisión de 19 o 20 pulgadas (en algunos casos en blanco y negro) ahora magnificadas y optimizadas para pantallas de 55” y poderosos sistemas de audio en casa.

Caminaba yo entre los terriblemente aburridos e insulsos pasillos de Sanborns, entre CD rebajados de música reguetonera (la verdadera maldición de nuestros tiempos), cuando, como dijera Lovecraft “atisbé un horror ancestral y desconocido por la raza humana, olvidado  a través de los océanos del tiempo”.  Y con un súbito vuelco al corazón, la sangre se me congeló en las venas y mi respiración se detuvo por algunos segundos: a unos metros de mi, vi algo cercano en maldad y maravillosa reputación al Necronomicón: la primera temporada de “La Dimensión Desconocida” en bluray, totalmente remasterizada.

No sé ustedes, pero Rod Serling es para mí en el lenguaje televisivo, lo que Poe y el ya multicitado H.P. en la literatura: mi anfitrión a un mundo paralelo, fantástico y malévolo al mismo tiempo. Mr. Serling es uno de los genios del Siglo XX, que ayudó a evolucionar la primitiva ciencia y arte televisiva americana, hacia la era moderna de la TV.  Solo como referencia, fue Serling fue nombrado en la revista TV Guide de agosto de 2004 como el número 1 entre las "25 leyendas más grandes de la ciencia ficción".  Habrá que recordar que fue co-escritor de la cinta El Planeta de los Simios, de 1968. Durante su exitosa carrera como guionista, creativo y productor, tuvo la inteligencia y agallas lograr la libertad y la independencia creativa y política para hacer The Twilight Zone por 5 temporadas, en una era dominada por la paranoia de la guerra fría, la acotación de los derechos fundamentales del ser humano en su país (derechos humanos), el capitalismo exacerbado y el expansionismo americano en todo el mundo.  Disfrazadas como fábulas o parábolas de ciencia ficción, suspenso y fantasía (Serling elaboraría más sobre horror en su siguiente obra televisiva, The Night Gallery) el nacido en la Navidad de 1924, pondría el dedo en la llaga de muchos tópicos sociales que para su época eran tabúes.  Rod ponía en tela de juicio la moralidad americana, la política imperialista y altamente militarizada y la definición artificial de la dinámica social, con la creación de los famosos suburbios o la categorización de las clases sociales a partir de su demografía y poder de adquisición (que sigue siendo útil para los publicistas y mercadólogos en el Siglo XXI.)

Su genialidad nos raptaba los sentidos para crear historias cortas, impactantes y en muchos casos aleccionadoras sobre nuestra sociedad.  Representar a “Juan de a Pie” en la forma de un exhausto ejecutivo de mediana edad, a un vendedor callejero o una pequeña comunidad de los florecientes suburbios y darle una vuelta de tuerca para llevarlos a la Dimensión Desconocida, de alguna manera abría la posibilidad de que la vida del televidente pudiera cambiar de manera fantástica, para bien o para mal.

La cuadrilla de guionistas bien podría estar considerada en el “Quién es quién” en la historia de escritores de ciencia ficción y fantasía.  Además del mismo Serling, plumas de la talla de Richard Matheson (Soy Leyenda), Charles Beaumont y hasta otro icono del género, Ray Bradbury colaboraron.  

Uno de los fantásticos atributos de esta colección (editada en México por Zima) es que el audio en español es el original que recordamos de las transmisiones de los setenta (al menos) en México.  Así que no únicamente las historias –todas en blanco y negro- tienen una calidad de video excelente (aunque por la naturaleza de la fuente original no es posible verla en relación de aspecto 16:9, sino únicamente en la clásica 4:3), sino que las voz en español de Serling como anfitrión (desconozco quién hacía el doblaje en México) me sigue emocionando cada inicio de capítulo y me remite a mi infancia más temprana cuando comencé a estar expuesto a esta legendaria serie.

En ésta, la temporada 1, se presentan nada menos que 36 capítulos, algunos de ellos memorables como Time enough at last, el sueño –y pesadilla- de los amantes de la literatura, The Monsters are Due on Maple Street, un experimento social que desnuda nuestras debilidades ante inteligencias extraterrestres, Long Live Walter Jameson, una de las primeras incursiones en el horror y la brujería en la serie y la bucólica y nostálgica  A stop at Willoughby.

En total, La Dimensión Desconocida tiene 150 episodios, divididos en 5 temporadas.  Bastará esperar que la gente, que como tu y yo, consuma esta primera temporada, para que se editen las siguientes.  Y en el espíritu fantástico y trastocador de la serie, nos despedimos con la introducción de La Dimensión Desconocida:

“Entre la luz y las tinieblas hay una zona, que es el reino de la mente y la imaginación.  ¿Qué no es posible? Todo es posible en la Dimensión Desconocida”

Abiertas venas de entretenimiento e información: Horroris Causa (podcast)

En este oscuro espacio, nos ocuparemos también de los recursos goteantes y pútridos de contenidos e información lo suficientemente ominosas y macabras como para ser consideradas en esta fosa común.  Hoy toca el turno de saborear un cadaver nacional en forma de podcast.  Y es terroríficamente reconfortante que no sea este condenado escriba el único que quiera contagiar a los desprevenidos paseantes que se asomen a este caos reptante.

Una empresa que en términos generales hace negocios con el hosteo comercial de páginas de Internet y con el comercio electrónico, tuvo la demente idea de eregirse en una especie de mecenas virtual, al dar cabida a una serie de publicaciones electrónicas en formato de podcast.  Entre ellos destaca Horroris Causa, una elegía en audio dedicada a desmembrar los diversos fenómenos que construyen lo hórrido, lo maldito y lo execrable.

www.horroriscausa.com

El formato no es cosa del inframundo:  tres autonominados "Doctores" (Antonio Camarillo, Roberto Coria y Pablo Guisa) elucubran, analizan, divagan y elaboran ideas, comentarios y críticas sobre una temática en particular abundando en el fenómeno de lo oscuro y lo horrible.  Estos temas por lo general se basa en cómo se ha manifestado el terror en los diversos medios de comunicación y en los géneros literarios, cinematográficos y hasta en el ámbito musical.  También rozan con afiladas garras vetas como la psicología o la sociología para anclar sus comentarios acerca de cómo el horror es parte de nuestra vida cotidiana. 

Con un tono que raya en lo intelectual -se utiliza lenguaje propio y en ocasiones rebuscado, tal vez en busca de subrayar el juego creativo de Horroris Causa con Honoris Causa- los tres galenos comentan sobre los diversos aspectos de una obra, un subgénero o un tema central, casi siempre relacionado con el cine.  Investigando un poco la calidad inmoral de estos tres dictadores del micrófono, podemos al menos sentirnos angustiados de que sí nos harán caminar por veredas sombrías y llenas de trampas sobrenaturales. 

Pablo Guisa, que al parecer es la demencial mente maestra detrás de la emisión, también es director de cine y Director de "Mórbido" Festival Internacional de Cine de Fantasía y Terror.  Roberto Coria es un retorcido intelectual del mundo invisible, pues ha dictado conferencias como "El mito del vampiro en la literatura y el cine" y "Monstruos en la literatura y el cine", "Asesinos seriales en la literatura y el cine", "Cazadores de vampiros", "La figura monstruosa en la Inglatarra victoriana", “Grandes Maestros del HorrorEy "Los Rostros del Horror" desde 1999. 

Con estas infaustas cartas de presentación, sus disquisiciones son amenas pero demasiado controladas para un formato como el podcast.  Más parece que están en un estudio de Televisa que en una sala del SEMEFO.  Las perlas de sabiduría cinematográfica y literaria que emanan como una hemorragia de ahorta vivisectada son abundantes y se agradecen.  Sin embargo, a la emisión le hace falta ser más purulenta, más infecciosa, menos estéril y inerte.  El mismo tono de voz y la ausencia de inflexiones o acentos en los comentarios, les hacen parecer poco convincentes y sin alma.  Confían tanto en su bagaje cultural de lo espeluznante que me parece que no preparan con suficiente dedicación el programa.   Las citas y datos son hechas de memoria, lo que subraya su conocimiento del inframundo, pero siento que limitan la capacidad de análisis.

En cuanto a la producción de audio, lo que pudiera ser una verdadera cámara de horrores, se convierte en una edición de intervenciones de los participantes e inserciones anárquicas de sergmentos de audio tomados de las películas a las que se están refiriendo.  Valdría mucho la pena que buscaran la manera enriquecer la producción, pues ellos como expertos en cine, saben que la música y los efectos son otros personajes igual de trascendentes que el guión o los actores. 

Hasta marzo de 2012, había 35 podcasts publicados, lo que es ya de por si un logro.  Algunos de los temas que han regurgitado son: Comedia y Horror, Música y Horror, Religión y Horror, Precuelas, Vampiros Ochenteros, Videojuegos y horror y demás.   También caminan de la mano por cementerios olvidados con figuras icónicas como Bram Stoker, Clive Barker, Vincent Price y obviamente de H.P. Lovecraft.  

Uno de los capítulos que más me hicieron salivar, aullar y desgarrar mis entrañas fue el de Horror en Series de Televisión.  Como han de saber, además de la literatura, el formato televisivo goza de mi mayor agrado, aún sobre el cine.  El programa es bueno, aunque quiero imaginarme por limitaciones en el tiempo del podcast (que oscila entre los 45 min a poco má s de una hora) se quedaron muy cortos no únicamente en el análisis, sino simplemente en listar los programas más representativos.  Deberían dedicarle al menos otro par de programas a dicho tema, sobre todo ahora que hay series acerca de lo sobrenatural nuevas y relevantes.

Otra importante aportación que hacen este trío abismal es la referencia a la producción nacional.  Su quehacer como intelectuales, productores, escritores y promotores, los lleva a  tener contacto con lo que se genera en esta tierra mágica, centenaria y terrible como pocas.  Cabe destacar su programa acerca de la cinta de canibalismo "Somos lo que hay" y "Vampiros en nuestra lengua".

Les convido a que ustedes mismos mastiquen los pedazos tumefactos, secos, hediondos y repugnantes de Horroris Causa.   Vale la pena venderle (o prestarle) nuestra alma a este engendro demoníaco sonoro, por ser una producción nacional, pero sobre todo porque lo hacen, Por Amor al Horror.

La Génesis del Caos

Esta enfermedad me es contagiada a una edad y en una época, donde los niños de mi edd veían Plaza Sésamo con el Conde Contar y el Monstruo Come Galletas. A los 9 años, en 1973, fui expuesto por una difunta tía -cuya figura era algo macabra, pues era excepcionalmente blanca con un largo cabello negro y siempre con los ojos con sombras muy oscuras- que me exponía impunemente a las primeras series de Terror por televisión. Recuerdo que Sombras Tenebrosas (Dark Shadows) y Galería Noctura (The Night Gallery) comenzaban sus transmisiones, robándose mi alma para siempre. A partir de ahí, lo hórrido, lo inhumano, lo sangriento, lo muerto y lo abominable son para mí como un fresco cadaver para el gusano necrófago. Por eso estudié comunicaciones, para estar más cerca de los fenómenos mediáticos que propagan el género. Asimismo, mis insanas fantasías me llevaron a crear un programa radiofónico, que combinaba la música más feroz del planeta con historias, narraciones, hechos y anécdotas del lado oscuro. Ese programa se llamó El Cráneo y tuvo tanto a sus fanáticos metaleros, como a los que solamente gozaban con la viles y malignas crónicas que tomaban vida en el teatro de la mente. Y para que sientan un pequeño escalofrío, les dejo esta espeluznante narración que apareció en El Cráneo.  Esta es una fastidiosa fàbula para los desvelados. 

Escuchen 3:47 de la Madrugada 

Para extender ese demente placer, he creado este blog. Así que aquí hablaremos de TV, Radio, Cine, Literatura, Podcasts y demás veneros purulentos y viscosos por donde la fantasía oscura, el relato de horror, cobre vida. Este espacio será oscuro, macabro, terrible y sorprendente. Bienvenidos sean los que quieran compartir las pesadillas que aún a la luz del día nos atormentan y nos recuerdan que solamente somos una bolsa indefensa de carne, huesos y sangre.